Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma e ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse.
Arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena,
caer de un cielo y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse.
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.
LOPE FELIX DE VEGA
11.08.2004
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