Tantas, tantas cosas seguirán pasando, que quizás las cosas no nos cambien tanto...
Hoy suena una triste canción en mi mente; es sobre un amor que nunca fue, y que por el mero hecho de no haber sido es la cosa más maravillosa que se puede recordar... “Lucía”, de Serrat...
Hoy recuerdo amores que nunca han sido tal, y que por ello nunca llegan a constituir un triste recuerdo...
Recuerdo aquellos días en los que me sentía un extraño encerrado en mí mismo, cuando, como dice Ismael Serrano, lloraba a veces mientras dormía... Eran tiempos en los que me preguntaba el porque de muchas cosas, el porque soy y tengo que ser tan distinto a todos...
Es cierto que todos somos distintos los unos de los otros, gracias a Dios, pero yo no podía evitar la situación de sentirme como un extraterrestre entre humanos, sentía que nadie me podía comprender... Cuando estaba con los chicos, no me comprendían porque su ámbito de conversación se limitaba a fútbol, coches, ordenadores y culos (de tías), y aunque en determinados momentos era gracioso, luego ya me cansaba no poder hablar de mis problemas, de mis pensamientos... y luego los típicos comentarios que te hacen sentir mal, que, aunque no sean dichos para mí, siempre mosquean...
Con las chicas la cosa iba mejor, estaban más dispuestas a escuchar, pero solo buscaban un porque, lo mismo que buscaba yo, por lo tanto no les podía ofrecer todo lo que quisieran, por eso en ciertos momentos me sentí incomprendido...
Solo un grupito de personas estaban dispuestas a escuchar lo que yo quisiera decir, sin buscar comprenderme... Personas que me hicieron ver que no hay un porque para todo, que a veces las cosas ocurren y ya está... que no soy ni así ni asado, que soy yo, YO, sin etiquetas, sin códigos de barras...
Pero hoy, otra vez vuelvo a plantearme cosas, porque veo que todos encuentran su lugar, tanto físico como sentimentalmente, y yo me veo en medio, sin moverme, ni a un lado ni a otro... no avanzo, no progreso, no evoluciono como persona... Quizás ya sea tarde para encontrar un lugar, quizás cogí un camino equivocado y ahora no puedo rectificar...
Y me vuelvo a sentir distinto, casi irreal...
Yo no sé si es manía mía, o si es que necesito un psicoterapeuta... El caso es que me siento solo, y desorientado... Cuando salgo y veo a mis semejantes sumergidos en un océano de promiscuidad y de perversión, me siento tan distinto... Será que aún sigo siendo ese chiquillo inocente que era, o no sé que coño será; pero lo que sea está acabando con mi cordura...
12.18.2004
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