2.02.2005

¿Constitución Europea?

Todos sabemos que el día 20 de este mes de febrero, se celebra en España un referéndum sobre la aceptación o no, por parte del pueblo español, de este documento legislativo.

Lo sabemos todos gracias a la campaña informativa que desde todas las instituciones y medios de comunicación se están haciendo. Por este motivo decido escribir sobre este tema en mi blog, porque me parece importante que todos sepamos lo que vamos a votar ese día. Para que no coja a nadie por sorpresa mi postura inicial es incrédula con la Constitución, y se mueve entre el no y la abstención. Las razones que me llevan a mantener esta postura las relato ahora:



Primero, el propio nombre de la Constitución. La Constitución es la expresión de la organización política de la sociedad de un estado. Pues bien, podemos aceptar la premisa de que es la expresión de la organización política de Europa, sin embargo Europa no es un estado, no tiene las características que se le requieren a un estado para ser considerado como tal; por lo tanto ya no estamos hablando de Constitución. Por si esto fuera poco, todos sabemos que las constituciones nacen de un poder constituyente y de un proceso constituyente que nace de la voluntad de los ciudadanos, sin embargo, esta constitución nace de la voluntad de los gobiernos estatales que conforman la Unión Europea.

¿Se puede hablar de Constitución Europea? Pues yo opino que no. En realidad se trata de un tratado internacional (como lo son Maastrich, Amsterdan o Niza) con la finalidad de refundir en un único cuerpo, todos los textos legislativos que conforman el derecho comunitario, y lo que intentan es confundirnos con una serie de conceptos vacíos de significado en este caso.



Segundo, el proceso constituyente. Todos los tratados internacionales son fruto de la negociación de los gobiernos de los estados que deciden obligarse por las normas y disposiciones que lo conforman. Este no iba a ser menos. Y para expresar esa voluntad de obligarse por el tratado, el proceso termina con la firma y la ratificación. Ambos se deben dar para que el tratado obligue a sus subscriptores, aunque hay tratados que con el mero hecho de la firma entran en vigor, aunque no obligan a un estado hasta que éste lo ratifique.

¿Qué ocurre con esta Constitución? El texto fue firmado por todos los gobiernos de los 25 países que forman la Unión Europea, incluido España, solo que esta vez, el proceso de ratificación, que generalmente para todos los tratados el la votación en las Cortes, se establece como referéndum consultivo.

Sería bueno que la Constitución Europea surgiera de un Parlamento Europeo Constituyente, no de la negociación de los gobiernos nacionales, que aunque sean representantes de sus gobernados, los ciudadanos todavía aprecian la diferencia entre una elección y otra.



Tercero, referéndum consultivo. La naturaleza del referéndum en España es consultivo, o lo que es lo mismo, no es vinculante. Esto quiere decir que aunque el pueblo español vote en abrumadora mayoría que no quiere esta Constitución, si el gobierno lo ve necesario puede dar su consentimiento.



Cuarto, otras. Sabrán ustedes que el límite para ratificar este tratado es hasta finales de 2006, creo, pues ¿a qué se debe esta prisa por ser los primeros en decir que sí a este tinglado? Esto da mucho que pensar, acaso puede ser que se pretenda que no se cree una corriente de opinión en torno a este tratado por falta de tiempo.

La campaña informativa (más bien desinformativa) que se está llevando a cabo también es óbice a tener en cuenta. Resulta que salen unos ex – futbolistas leyendo un artículo. ¿Y que? ¿Alguien sabe lo que ese artículo quiere decir? Me refiero a que todos sabemos leer, pero no todos entendemos eso que leemos. Nadie sale explicando las ventajas y los inconvenientes de ese artículo, ni lo que va a suponer. Esto no es información. Además, es obvio y salta a la vista que esta campaña de información (recalco información) no se está haciendo para informar y que el ciudadanos se cree su propia opinión, sino que se hace para provocar el sí, sin saber muy bien a que decirle que sí.



Por estas razones yo, el día 20, me voy a abstener de votar. Pero no me abstengo porque sea antieuropeo o algo por el estilo. Yo creo en la construcción europea, en la libre unión de sus pueblos, sin embargo mantengo que otra Europa es posible. Ya es hora de trascender los ámbitos económicos y la unión monetaria, es hora de construir una Europa cohesionada políticamente, con una verdadera soberanía y un poder político efectivo, centrada en lograr el bienestar de sus ciudadanos. Por estes motivos me voy a abstener de votar.



También hablaría de las cuestiones de fondo (no solo de forma) que implica este tratado, como es el contenido del articulado, pero aún estoy esperando que me proporcionen un ejemplar.


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